Este martes, la mayoría de los centros de votación en la costa este de Estados Unidos abrieron sus puertas a las 6 de la mañana, en el inicio de unas elecciones presidenciales que tienen al mundo en expectativa. Se espera que los resultados preliminares comiencen a surgir después de la medianoche, en una contienda cerrada entre el expresidente republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris.

En su último discurso en Filadelfia, la vicepresidenta Harris enfatizó la importancia de cada voto y resaltó la oportunidad de «pasar página a una década de política guiada por el miedo y la división», dirigiéndose especialmente a republicanos que, según ella, anteponen la Constitución a sus afiliaciones políticas. Harris también prometió ser una presidenta para todos los estadounidenses si resulta electa.

Por su parte, Trump cerró su campaña en Michigan, un estado decisivo, con un mensaje de “edad de oro” y progreso para el país, apelando a los votantes a través de un discurso nostálgico y enfocado en temas de seguridad fronteriza. Aseguró que, de ganar, implementará “el mayor programa de deportación de criminales” como parte de sus promesas de campaña.

Ambos candidatos buscan el apoyo en estados clave, como Pensilvania y Michigan, donde cada voto será crucial para definir el rumbo de Estados Unidos en los próximos años.