La salida del primer ministro de Italia, Mario Draghi, es inminente, como también parecen serlo las elecciones anticipadas. Este miércoles perdió el apoyo de tres partidos y, en consecuencia, la mayoría parlamentaria, durante la votación de una moción de confianza que había puesto como condición para mantenerse en el cargo.
Draghi, vale la pena recordar, presentó su renuncia la semana pasada luego de que los denominados antisistema del M5S no votaran un proyecto de decreto ley considerado clave para la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno. La abstención ese día fue leída como un ruptura de la coalición que gobernaba el país, formada en 2021, por lo que el expresidente del Banco Central Europeo presentó su dimisión al jefe de Estado, Sergio Mattarella, que no se la aceptó.
Sin embargo, luego del traspiés de este miércoles su salida es prácticamente un hecho luego de que fracasara el intento por restablecer la unidad a instancias del Parlamento.
Este miércoles, aunque Draghi pasó la moción de confianza (con 95 votos a favor y 35 en contra), solo votaron 133 de los 320 senadores. El primer ministro perdió el apoyo de los otrora miembros de la coalición de gobierno: M5S, la conservadora Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi y la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, que no votaron la moción.
Como explica Efe, Mattarella podría encargarle a Draghi buscar otra mayoría parlamentaria para agotar la legislatura, otorgar esa misión a otra figura técnica o política o convocar elecciones anticipadas, que parece ser lo más probable y que podrían celebrarse en octubre.
Según analistas, para Mattarella anticipar elecciones, en vez de llevarlas a cabo en 2023, cuando están programadas, debía evitarse a toda costa, pues no alargar la legislatura hasta el próximo año convendría a la ultraderechista Giorgia Meloni, lideresa de Hermanos de Italia, pues su colectividad tiene hoy alrededor del 25 % de apoyo, según los sondeos. Si la coalición de derecha sigue unida (con La Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia), el Ejecutivo pasaría a manos de esta corriente.
El comisario europeo de Economía, el italiano Paolo Gentiloni, citado por AFP, consideró “irresponsable” la deserción de los partidos de la coalición, mientras el canciller Luigi Di Maio, disidente del M5E, deploró lo que llamó “una página oscura para Italia”.