La organización estaba integrada por ocho personas de nacionalidad extranjera, quienes al parecer estaban radicados en la ciudad de Medellín. Estas personas están vinculadas a procesos judiciales por los delitos de hurto y receptación en las ciudades de Bogotá, Medellín y Pereira.
Los elementos sobre los cuales priorizaban los hurtos eran relojes de alta gama, joyas de oro y celulares de alta gama, por lo cual frecuentaban zonas de estratos altos y centros comerciales. El modus operandi de la organización se caracterizaba por realizar desplazamientos a ciudades capitales, durante 3 días, donde ubicaban hoteles para pernoctar y coordinar las acciones delictivas.