La aerolínea Latam, la mayor de Latinoamérica, se ha acogido a la ley de
bancarrota en su país de origen, Chile, así como en Perú, Colombia,
Ecuador y Estados Unidos, lo que en la práctica equivale a declarar el
concurso de acreedores, por el «impacto sin precedentes» de covid-19.
Las filiales de Argentina, Paraguay y Brasil no están incluidas en la
solicitud de bancarrota, y en este último país mantiene conversaciones
con el Gobierno para buscar apoyo financiero, al igual que en Chile,
Colombia y Ecuador, para «en la medida de lo posible», proteger el
empleo y minimizar la caída de sus operaciones.
En un comunicado, la aerolínea explica que se ha acogido a la ley 11 de
bancarrota en los Estados Unidos, una semana después de haberse
desvinculado de 1.400 de sus trabajadores como resultado de las
consecuencias económicas de la pandemia.
La compañía cuenta con el respaldo de sus dos principales accionistas,
las familias Cueto y Amaro y Qatar Airways, que tienen previsto inyectar
900 millones de dólares para hacer frente a la situación.