En la mañana del miércoles 29 de abril habían sido capturados José
Alonso Carvajal y José Lubier Marín, dos hombres que se vienen
desempeñando desde hace cerca de 14 años como vigilantes de la
Gobernación de Risaralda. Ellos, según las pruebas recopiladas por la
Fiscalía y la Policía Metropolitana a través de entrevistas y revisión
de cámaras de seguridad, al parecer, habrían sido cómplices del robo de
entre 7 y 10 millones de pesos que se encontraban en la oficina del
mandatario departamental, Víctor Manuel Tamayo.
Sin embargo, tras el proceso de judicialización que tuvo lugar en horas
de la tarde, el juez de control de garantías dictó libertad para los dos
señalados; decisión que la Fiscalía apeló.
Según las pruebas recopiladas por la Fiscalía, los vigilantes eran los
encargados de la seguridad en las instalaciones de la Gobernación
durante la noche en la que sucedieron los hechos.
Uno de ellos debía quedarse en la entrada principal y otro en el
parqueadero; sin embargo, aparentemente habrían abandonado sus puestos
de trabajo para permitir que un tercer hombre, que vestía gorra y
llevaba un maletín, ingresara al edificio, forzara la chapa del despacho
y, finalmente, huyera del lugar con el botín.