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Una virtualización que ha llegado también en el ciclismo profesional. El
pasado domingo el Tour de Flandes congregó a algunas de las primeras
espadas del pelotón en una edición virtual disputada encima de
sofisticados rodillos con la tecnología Bkool.

El belga Greg Van Avermaet (CCC) fue el más rápido en el recorrido de 30
kilómetros virtuales de una de las clásicas de la primavera ciclista. El
rodillo se ha convertido en la alternativa al asfalto.
No solo ha aumentado la demanda de material de ciclismo para entrenar
desde casa, sino que la utilización de plataformas que miden las
actividades deportivas se han adaptado al nuevo paradigma.

Es el caso de la red social para deportistas Strava, que en las últimas
fechas ha retado a sus usuarios a practicar ejercicio desde casa, cuatro
días a la semana durante tres semanas.

El reto Tele-deporte ya suma más de 65.000 participantes en España y
Francia, unas cifras que, según la compañía, demuestran que los usuarios
continúan practicando deporte.

“Es verdad que Strava tiene mucho sentido para actividades al aire
libre, pero se pueden compartir más de 30 deportes y varios de ellos son
deportes de interior.

Lo que hemos observado no es una parada brutal de las actividades sino
una explosión de ellas, lo que nos muestra que el deporte es un elemento
central en la vida de mucha gente”, explica Grégory Vermersch, director
de Strava en Francia y en España.