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Y es que desde su comparecencia ante la justicia venezolana esta semana, la sensación que quedó sobre el estado en el que se encuentra la exparlamentaria es que no se parece en nada al de otros presos del régimen. Una vestimenta pulcra, maquillaje, peinado y hasta perfume fueron algunos de los detalles que se observaron o se advirtieron de ese día.
Ahora, su sitio de detención tendría comodidades como televisión satelital, aire acondicionado, menú a la carta y baño privado, además de servicio de limpieza de la ‘celda’ y gimnasio.
Según ese medio, es la segunda mejor ‘habitación’ del recinto, que sirve de sede al Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), a donde también le llevarían comida de restaurantes a domicilio: “Suele pedir la carne casi cruda”, le habría dicho a El Tiempo una persona que vio las condiciones en la que se encuentra ‘alojada’ Merlano en Caracas.