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Foto/ La Vigia

Los habitantes del barrio Marbella en Armenia, ubicado en el sur, denunciaron el constante consumo de sustancias alucinógenas, con el que tienen que lidiar a diario. 

Indicaron que sin importar la hora, jóvenes se apoderan de espacios como entradas, andenes y dos lotes baldíos para consumir estupefacientes

“Nosotros ya no podemos ni entrar al vecindario con tranquilidad. La situación es tan grave que los taxis tienen prohibido ingresar a nuestro sector. Nos toca quedarnos en la entrada y caminar y justo ahí es donde se reúnen estos jóvenes”, dijeron los denunciantes, quienes pidieron reservar su identidad por el temor a ser agredidos. 

La poca iluminación permite, según la misma comunidad, el hurto desatado y la “complicidad” a la hora de consumir. 

“Para ellos no es muy difícil, porque hay muchos espacios oscuros en donde se sientan en los mismos andenes de las casas para drogarse. Ya no sabemos qué hacer. Estamos desesperados. Llamamos a la Policía y nunca atienden las solicitudes y como propietarios de las viviendas pedimos de buena manera, pero no nos prestan atención. Es decir que la aplicabilidad del Código de Policía no se está dando”, agregaron. 

Elementos como bicicletas, materas, bombillos y hasta televisores han sido hurtados de las residencias. 

“La inseguridad se ha disparado mucho. No sentimos el apoyo de nadie. Ni de la alcaldía con el tema de la instalación de las luminarias, ni de la Policía. Ellos nunca vienen por aquí, no prohíben el consumo y saben dónde están vendiendo la droga y se quedan maniatados. Estamos agotados con la situación. Hay niños pequeños que están viendo ese ejemplo y van a crecer pensando que el consumo es normal. Por eso, entre vecinos acordamos no dejarlos salir. Es decir que están creciendo limitados”.